«Escribo historias reales que bordean lo inverosímil»

Los siete relatos del libro confirman a Alvarez Tuñón como uno de los más grandes cuentistas de la literatura argentina, con un vuelo emocional y poético que son su marca de estilo.

Lo inverosímil de la realidad genera perplejidad. Ese estado de vacilación, de asombro sostenido, no siempre tiene una dimensión profunda. Eduardo Alvarez Tuñón es uno de los más grandes cuentistas de la literatura argentina con un vuelo emocional y poético que son su marca de estilo. Nadie escribe como él, con el oído puesto en los latidos de lo que cuenta. Ser un clásico quizá sea encontrar el pulso secreto o la melodía escondida de un texto. Los siete cuentos que integran El tropiezo del tiempo, publicado en una edición conjunta por Libros del Zorzal y Edhasa, pueden ser narrados, como si preservaran una suerte de “resto” de oralidad. El muchacho que cuida a un viejo apasionado por el juego descubre “otro” mundo en las recorridas por los garitos de Catalunya y por momentos cree que le pagan “por vivir”. Un violinista en el París ocupado de la Segunda Guerra Mundial está convencido de que si desafina cada noche una nota podrá impedir que las obras de Brahms y de Schubert sean escuchadas tal como fueron concebidas y así aportará su granito musical para liberar a la ciudad de los nazis. Unos adolescentes que juegan a ser otros, durante la Guerra Civil Española, terminan fusilados por sus disfraces.

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Fuente original: Página 12

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