Reseñas: Retratos de familia. Sobre En-camping car, de Ivan Jablonka

Suele mirarse con nostalgia la antigua armonía doméstica, como si las familias ruidosas, la comida casera y los vínculos indestructibles fueran una especie de paraíso perdido. «Todas las familias felices se parecen, pero cada familia es infeliz a su manera», escribe León Tolstoi en el comienzo de Ana Karenina. En el siglo XIX el escritor ruso advertía ya el otro lado, sombrío y brutal, de algunas aspiraciones familiares. Tolstoi exploró como nadie con su protagonista adúltera las contradicciones individuales, la rigidez social y, sobre todo, el drama de perseguir los deseos personales en contra de los mandatos sociales.

En otro clásico de la época, Middlemarch, de George Eliot (seudónimo con el que firmaba la escritora inglesa Marian Evans), Dorothea encarna los cuestionamientos a la tradición. El efecto es similar al de Ana Karenina, aunque los personajes de Eliot tienen otra clase de sueños. A través de las contradicciones entre los sentimientos y las acciones, la novela explora el lugar de la mujer, la religión, la política, la maternidad y la educación dentro del seno familiar.

Continuar leyendo

Fuente original: Diario La Nación

Más artículos