En los últimos veinte años la investigación en diferentes disciplinas ha permitido enriquecer los abordajes de la relación entre las vivencias emocionales y distintas enfermedades, algunas tan graves como los ataques cardíacos. Desde el campo de la investigación básica, se ha avanzado en forma notable en la comprensión del funcionamiento vascular y de la arteriosclerosis: por primera vez se ha podido lograr evitar ataques cardíacos a partir de la intervención con fármacos, prolongando así la vida. Paralelamente, estudios epidemiológicos han demostrado el incremento de problemas cardiovasculares graves correlativos a situaciones socioeconómicas de inequidad, así como también a diferentes “catástrofes sociales”: terremotos, guerras e, incluso, derrotas deportivas.
Quizá lo más difícil sea completar la interpretación de la relación entre la historia de vida –las vivencias emocionales– y la aparición de un ataque cardíaco. Contamos hoy con información sólida sobre los mecanismos de enfermedades asociadas con diferentes estados emocionales y su potencial relación con aspectos de los ataques cardíacos. Desde la neurociencia y la neurobiología, por otra parte, ha surgido una comprensión sorprendente de la biología de las emociones, que ha permitido profundizar su sentido y funciones. Nuevas exploraciones del campo psicoanalítico de pacientes con infarto de miocardio han contribuido también con elementos valiosos.
El autor del presente libro ensaya una hipótesis integradora de la multidimensionalidad del problema. A través de su mirada, los mecanismos complejos de la enfermedad adquieren un sentido biológico acorde a las emociones negativas que se asocian a su aparición. Abordado desde este original enfoque, facilita la empatía con quien sufre un problema cardíaco y nos permite un acercamiento diferente y enriquecedor a esta dolencia.