En No me acuerdo muy bien, traducida por Walter Romero, Gérard Watkins reconstituye el espacio mental de Antonio, un hombre de 93 años que pierde la memoria. Un médico y una enfermera lo acompañan a lo largo de este viaje sensible durante la pérdida de sus marcas.
Con respecto a Europía, traducida por Silvio Mattoni, vale decir que si nos planteamos la cuestión de la identidad europea, si lo preguntamos a nuestro alrededor, es decir, si nos planteamos la pregunta “¿qué es Europa?” o, más prosaicamente, “¿Europa?”, es probable que notemos que se produce un silencio musical, el del niño atrapado en el acto, o el del ciudadano que quiere responder con dignidad, pero que se da cuenta de que muchas cosas cambiaron desde la última vez que se detuvo a pensarlo. Escribir un texto sobre la Europa de hoy es entregarse en cuerpo y alma a este silencio, a lo que brota del espacio-tiempo, de la memoria, del espacio de la identidad, que une, en un instante, los atentados de Hamburgo, la peste de Marsella, el movimiento sindical Solidarnosc, la caída de los Ceaucescu, los disturbios de Atenas, la ética de Spinoza, los caballeros teutónicos y el Fado.